Tantra, así se llama la filosofía milenaria nacida a orillas del Indo (en la India) por el 8.000 a.c. y que desde hace años está siendo desvirtuada por los diferentes medios de comunicación.
¿El Motivo? Vender a tan valiosa sabiduría como medio de aprendizaje para la lujuria y el desenfreno sexual, para así asegurar ventas gracias al morbo de leer lo desconocido. Y gracias a que es desconocido, se pueden permitir el lujo de vender gato por liebre.
Miles de libros sobre el tema se pueden observar en librerías, cuyos textos te aseguran llegar a una sexualidad satisfactoria gracias a bacanales y orgías descomunales. Una gran pena, ya que Tantra va mucho más allá de todo esto.
El Tantra es un antiguo sistema de rituales y técnicas sexuales, que empleaba la capacidad creativa de la energía sexual, para transportar al individuo a un estado superior de consciencia.
¿Cómo es capaz de conseguir esto? La energía sexual es la energía más poderosa de la que dispone el ser humano, es el instinto animal en su máxima expresión. El Tantra ayuda a encauzar dicha energía, a domarla y así poder transmutar el Sexo en Amor.
Y hablando de Amor? siempre se ha oído decir que el amor lo puede todo, pero jamás se dijo que el Amor también puede curar. El mejor remedio para el Alma y cuerpo.
En el libro “Kamasutra” Vatsyayana nos explica como alcanzar el estado perfecto, la paz interior, para lo cual se necesita la obtención de las tres cualidades superiores del "Dartha", "Artha" y "Kama".
El Dartha para los hindúes es aquello que se refiere al alma, a los sacrificios y méritos religiosos, es por lo que tiene que pasar el ser humano para alcanzar su superación.
El Artha es la propiedad terrenal, la consecución de bienes materiales que producen alegría (riqueza y demás).
El Kama, es la satisfacción erótica, la posesión del amor y su disfrute.
En el Kamasutra vienen reflejadas diferentes sutras o posturas para hacer el amor, las cuales fueron indicadas para distintos traumas y/o dolencias.
Lo que es realmente mágico es como miles de años más tarde, el prestigioso psicólogo Sigmund Freud vino a decir prácticamente lo mismo, “la conexión existente entre la mayoría de traumas o complejos ayudan a una represión de tipo sexual”. El sexo cura.
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